La casa se sitúa en una de las primeras urbanizaciones construidas en Andalucía integradas en un campo de golf, ocupando una parcela con magnífica orientación y buenas vistas, indirectas, del campo, con algún vestigio de lo que en su momento fue un pinar. La propuesta se plantea como una atalaya lineal que se adapta a la suave pendiente y se acoda en la ladera para permitir que los espacios disfruten de las vistas y la orientación, con estancias que se abren directamente al jardín, organizadas en dos grandes zonas día/noche, que se articulan en la entrada principal. Un sótano y un volumen en cubierta añaden superficie de usos complementarios a los principales de planta baja. Materiales tradicionales y un esquema de funcionamiento que permite el disfrute del clima a lo largo de todo el año.
Fotografía:
Antonio del Junco